La cardioprotección debe abarcar todos los contextos de la sociedad y el laboral es uno de los más significativos. Al fin y al cabo, la mayor parte de la jornada transcurre en el puesto de trabajo, por lo que debemos garantizar la seguridad laboral de los empleados y empleadas con iniciativas como la instalación de desfibriladores en las oficinas.
Con respecto a estos casos, debemos tener en cuenta que el hecho de dedicar muchas horas del día al trabajo supone un aumento del riesgo para que una parada cardiorrespiratoria se produzca durante el desempeño de la actividad profesional. De hecho, se encuentra entre los accidentes de trabajo más frecuentes en España, solo son superados por los siniestros de tipo traumáticos. A ello debemos sumar las elevadas cifras de casos anuales, que superan los 30.000. De este total, la mayoría tienen lugar en entornos comunitarios, entre los que incluimos el de las oficinas y otras zonas de trabajo.
El déficit cardioprotector en España
El elevado número de PCR aumenta la preocupación general si observamos que España es uno de los países europeos con menos acciones de cardioprotección. Según 180 Degrees Consulting, en un informe elaborado para Fundación SSG, solo el 60 por ciento de las comunidades autónomas españolas cuenta con una legislación enfocada en la cardioprotección de espacios. Además, solo se han instalado 0.25 desfibriladores externos automatizados (DEA) por cada 1.000 habitantes.
La falta de iniciativas contrasta, sin duda, con lo establecido por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, donde se insiste en la importancia de una protección eficaz para garantizar la salud y seguridad en el trabajo (aunque no exige la instalación de desfibriladores). Por lo tanto, las empresas deben comprometerse a cambiar la situación y promover la instalación de desfibriladores en las oficinas.
📊 Las cifras sobre la cardioprotección en España.
Claves para contar con desfibriladores en oficinas
Con un plan específico, dentro de la Prevención de Riesgos Laborales, es posible asegurar la cardioprotección en el puesto de trabajo. Estos serían algunos de los puntos a considerar:
- Lo primero que se necesita es el compromiso por parte de los responsables de la empresa: jefes de Recursos Humanos, encargados de PRL, directores, CEOs, etc.
- Analizar los posibles riesgos dentro de la empresa, según la cantidad de personal, su edad y el historial médico. Sin embargo, no hay que olvidar que una parada se puede producir sin un contexto previo de riesgo.
- Conocer el proceso completo de reanimación cardiopulmonar (RCP). Hasta ahora, ni siquiera la mitad de trabajadores en España conoce el proceso completo.
- Promover acciones formativas entre los miembros de la empresa para que aprendan a usar los DEA y DESA, así como la realización de todo el proceso de reanimación cardiopulmonar.
- Si ya se ha instalado un DEA / DESA, hay que considerar las revisiones periódicas y un servicio de mantenimiento, en casos de fallos o averías.
- Instalar el dispositivo en un lugar accesible.
- Incluir señalética que visibilice los dispositivos, agilizando la recogida para su uso.
Del mismo modo, no hay que olvidar el componente de bienestar laboral. Proteger la salud cardiovascular de los trabajadores y trabajadoras supondrá un plus de seguridad que valorarán, reflejándose en un aumento del employer branding, desde el nivel de satisfacción en el puesto de trabajo y la atracción de nuevo talento empresarial.
¿Cómo saber si cumples con estas condiciones?
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