Cuando hablamos de aplicar políticas de cardioprotección en España, debemos decir que aún queda camino por recorrer. Esta es la conclusión que podemos sacar del informe elaborado por 180 Degrees Consulting para Fundación SSG, donde hemos podido conocer a fondo el contexto en nuestro país y en el resto de Europa.

Fuente: 180 Degrees Consulting

Hoy vamos a repasar la situación general que se produce en nuestro país, mediante una serie de datos que resultan muy esclarecedores para comprobar la descompensación en el uso de desfibriladores externos con respecto al tamaño de la población.

Aunque es cierto que cada comunidad autónoma toma sus propias medidas al respecto, existen una serie de condiciones generales que nos ayudan a conocer el contexto a nivel nacional.

¿Se aplican legislaciones de cardioprotección correctas en España? ¿Son efectivas?

Teniendo en cuenta que la regulación normativa sobre el uso de DEA depende de cada comunidad autónoma, nos encontramos una coyuntura en la que va variando la obligatoriedad. De hecho, solo en el 60 por ciento de las CC.AA. es obligatorio. Sin embargo, esta circunstancia no influye en el número de desfibriladores disponibles según el tamaño de población. Tampoco en el número de paros cardíacos por cada 10.000 personas. Un ejemplo es el de Andalucía, que promulgó en 2012 la primera ley de cardioprotección (al igual que Cataluña) pero su cantidad de desfibriladores externos es muy baja (0,23 por cada 1.000 habitantes).

En cuanto a la concentración de DEA con respecto a la densidad de población, solo en Extremadura es alta. En Madrid, aunque cuenta con muchos más que el resto de comunidades, lo cierto es que su red de desfibriladores es relativamente baja y poco eficiente. En general, y según la media nacional, los datos son preocupantes. Solo existen 0,25 DEA instalados por cada 1.000 personas.

La descompensación según el número de paros cardíacos

Fuente: 180 Degrees Consulting

Observando la cantidad de PCR que se producen en cada región, la baja concentración de DEA y el tamaño de la población no tienen correlación con el número de paros por cada 10.000 habitantes. Podemos verlo comparando el caso de Andalucía con Madrid. Mientras que la primera sufre 1,14 paradas por cada 10.000 individuos, la segunda casi dobla esta cifra. Esta comparación es aún mayor si observamos que en Madrid se multiplican por 32 los casos con respecto a Navarra (0,06 casos por cada 10.000 habitantes).

Lugares donde se deberían instalar más desfibriladores

Entramos en los detalles sobre los tipos de espacios. El informe de 180 Degrees ha detectado considerables lagunas que deberían cubrirse en nuestro país a la hora de instalar DEA. Como vamos a ver, se exponen a factores de riesgos que requieren una mayor logística y rapidez de intervención:

  • Clubes de golf. El tamaño de sus campos hace que los tiempos de respuesta sean lentos. Este factor se combina con una media de edad alta entre las personas que suelen practicar este deporte.
  • Gimnasios. El deporte es salud, eso es evidente. Aun así, debemos considerar que el ejercicio físico aumenta el riesgo de sufrir una parada cardíaca súbita.
  • Comunidades de vecinos. Es extraño que los particulares cuenten con sus propios DEA, además de que las ambulancias tardan una media de 15 minutos en llegar al lugar del suceso. Una solución al respecto sería la instalación de los dispositivos de desfibrilación en las zonas comunes de los conjuntos residenciales.
  • Residencias para ancianos. La elevada media de edad tiene correlación con el riesgo de que se produzca una PCR.

Como hemos visto, España aún tiene que tomar muchas medidas a nivel público y privado para que sus políticas de cardioprotección resulten realmente efectivas. Solo así podremos garantizar la igualdad de condiciones y la garantía de salud para los millones de personas que viven en nuestro país.

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