Cuando en 1977 los Bee Gees lanzaban Stayin’ Alive quizás no sabían que el tema se iba a convertir en un recurso que puede salvar vidas. Era el segundo single de la banda sonora de Fiebre del sábado noche. Aunque su título en español, ‘Sobreviviendo’, era ya toda una declaración de intenciones.
El tema alcanzó el top 5 de las listas de éxito en todos los países en que fue lanzado y dio lugar a una secuela de la película que diera vida a Tony Manero. Stayin’ Alive está considerada una de las quinientas mejores canciones de todos los tiempos. Para ubicarte, aunque seguro que ya la conoces, vamos a oirla y seguimos hablando de ella.
Se dieron cuenta un grupo de investigadores tres décadas después. Sí, los Bee Gees habían compuesto la canción bajo un tempo de 103 BPM (beats per minute). Lo habían hecho deliberadamente. Según ellos, para marcar el caminar de una persona al ritmo de cada beat. Pero también es el ritmo adecuado para llevar a cabo la RCP o maniobra de reanimación cardiopulmonar.
El ritmo de la RCP
¿Era entonces el título de la canción una casualidad? Casualidad o no, este estudio avalado por la Asociación Estadounidense del Corazón, afirmaba que el ritmo de la canción coincide casi perfectamente con el de la RCP. Un ritmo de compresiones mínimo de cien por minuto combinado con respiraciones «boca a boca» para suministrar aire a los pulmones.
Los investigadores llevaron a cabo experimentos con resultados óptimos al ritmo de la canción. E incluso, solo con los acordes en mente, los resultados volvieron a ser exitosos.
Quizás ya habías oido hablar de las bondades de este tema, pues los resultados del estudio fueron alabados por numerosas campañas. Lo que seguro queda claro es que la música puede ser muy beneficiosa para la salud.