Descripción
Los electrodos pediátricos no solo se emplean para transmitir la corriente eléctrica. También ayudan a controlar el ritmo cardíaco del paciente, ya que están conectados directamente con el marcapasos externo del desfibrilador.
Existe una diferencia de electrodos según el paciente sea una persona adulta o un niño. Los electrodos pediátricos son más pequeños y su capacidad de desfibrilación es menor, puesto que el peso y altura del paciente son inferiores. Este tipo de electrodos son más sensibles a la electricidad y más fácil de poner.
Recomendaciones
Para usar cualquier tipo de desfibrilador es necesario tener presente una serie de recomendaciones. La primera consiste en elegir bien el tipo de electrodo según el paciente.
Los electrodos pediátricos son aconsejables para niños menores de 8 años o que pesen menos de 25 kilogramos. Mientras que para las personas de ocho años en adelante o que pesen más de 25 kilogramos, se emplean los electrodos para adultos.
La segunda recomendación, cuando encendemos el desfibrilador, es esperar a que el dispositivo realice el reconocimiento del tipo de electrodos que están conectados. Esto se debe a que los desfibriladores externos semiautomáticos están conectados, normalmente, a los electrodos para adultos, por lo que debemos esperar a que se conecten a los electrodos pediátricos.
Por último, en cuanto a la ubicación de los electrodos de uso pediátrico, deben ir colocados en el tórax y cerca del esternón izquierdo del paciente.